A 12 años todavía se escucha el ruido de las cacerolas. Las fotos de esa gran batalla que protagonizaron decenas de miles de jóvenes -y no tan jóvenes- son un recuerdo más que fresco. El 2001 vive en el recuerdo de millones. En la memoria colectiva diciembre está asociado a saqueos y “caos”.
Pero, como desarrollara Raymond Williams, la memoria es siempre selectiva. No recordamos todo lo sucedido. Así como los individuos, las clases sociales recuerdan, en última instancia, aquello que está asociado a sus intereses. A su vez, el estado y las clases dominantes reconstruyen política e ideológicamente su propia tradición, intentando integrarla como parte del imaginario social.
De allí que, como sobre todo gran hecho histórico, hubo y habrá “disputas” alrededor del 2001. ¿Fue, como dice el relato K en su intento de mostrar una “país normal”, ese infierno al que no queremos volver? ¿Fue un montaje organizado por el peronismo? ¿Fue el Argentinazo, como dijo cierta izquierda, proclive a las exageraciones conceptuales, y siempre presta a alianzas de todo tipo?
Completo aca
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